POR LAS GRAVES VIOLACIONES DEL RÉGIMEN DE MADURO
Ginebra - La dictadura chavista venezolana liderada por Nicolás Maduro no lo logró. No pudo renovar su escaño en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU). Su expediente, repleto de investigaciones y acusaciones sobre torturas, persecuciones e intimidaciones contra la población, terminó por costarle ese puesto que cubría, de cierta manera, las espaldas del régimen en el plano internacional.
En lugar de Venezuela (que tan solo obtuvo 88 votos a favor, frente a 105 de hace tres años) ahora Chile y Costa Rica pasan a formar parte del grupo por América Latina y el Caribe. Que el país bajo la dictadura chavista obtuviera de nuevo su membresía no sería más que "una bofetada a millones de venezolanos", había advertido días atrás la organización UN Watch.
Quizás la puñalada certera fue el informe de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos que se divulgó en septiembre pasado. Este plasmó cómo los cuerpos policiales de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) estarían inmersos en crímenes de lesa humanidad al aplicar tratos crueles e inhumanos contra opositores o disidentes, muchas veces en centros clandestinos de torturas.
Al final, la dictadura venezolana no pasó la votación de los 193 estados miembros de la ONU, para cubrir alguna de las dos vacantes dentro de los ocho puestos con los que cuenta la región en el Consejo.
A todas estas, hay un dato no menos llamativo: el 2023 será un año cumbre para varios miembros del Consejo de Derechos Humanos. A China, Cuba y Rusia se les vencería su tiempo en 2023. Son regímenes tan abusivos como el venezolano.
Para Alí Daniels, director de la organización venezolana Acceso a la Justicia, la votación fue justa porque Venezuela no cumple el requisito principal para ser miembro del Consejo, que es tener un alto estándar de cumplimiento de derechos humanos, y porque ha demostrado una "pobre actuación" en el ejercicio de su cargo, obstaculizando investigaciones como el genocidio en Myanmar.
Según Daniels, que los países no hayan optado por Venezuela, incluso cuando la votación era secreta, representa otro revés para el régimen de Nicolás Maduro solo días después de la renovación del mandato de la Misión de Determinación de Hechos, figura que investiga las violaciones de derechos humanos y la comisión de crímenes de lesa humanidad en el país.
"Esto nos dice que la comunidad internacional no está creyendo en el discurso del gobierno en el sentido de que se están haciendo reformas y mejoras, cuando en realidad la situación de la justicia es la misma que el año pasado. Las reformas han sido meros maquillajes que no han cambiado para nada la impunidad existente en el país. Consideramos que es un hecho correcto y una apreciación correcta de los países que no han votado por Venezuela", concluyó Daniels.