Promueven el uso de técnicas de riego en los Pericos

Promueven el uso de teacutecnicas de riego en los Pericos

Promueven el uso de técnicas de riego en los Pericos

 Con una gran convocatoria de productores, técnicos y estudiantes, se realizó esta semana en la zona de los Pericos, una jornada de capacitación sobre la instalación y manejo de mangas de riego en pequeñas superficies, con el objetivo de eficientizar el uso del agua en los sistemas productivos del Valle de los Pericos.

Organizada por los Ings. Agr. Andrés Madariaga y Ana Ines Arce, Asesor y Agente de Proyecto del Grupo Cambio Rural II “La Posta” y la Agencia de Extensión Rural INTA Perico, en el marco del PReT Valles Templados. Las actividades se desarrollaron el martes en el arriendo de productor Juan Carlos Guevara en la Finca El Pongo. Y estuvieron a cargo del Ing. Fernando Ledesma de INTA Cerrillos y Hugo Cruz de la empresa AgroPlast. Participaron de la jornada aproximadamente treinta productores, técnicos y estudiantes interesados en este método de riego y prácticas complementarias.

Con un carácter netamente de exposición dinámica, los expositores iniciaron en forma simultanea las explicaciones, con el acondicionando de la toma de la acequia principal para el llenado de la manga y posteriormente el tendido de la misma sobre la cabecera de riego de un lote sembrado en días previos con zanahoria.

Luego, se mostró la forma correcta para la inserción de las ventanas de riego en la manga. Posteriormente, los asistentes pudieron practicar la técnica sobre tramos de la manga tendida en la cabecera de riego. 

Aprovechando las bondades de este sistema de manejo en la distribución del agua para riego, los capacitadores expusieron sobre el riego “por pulsos” o “caudal discontinuo” como técnica que permite incrementar la eficiencia del riego. Para ello se regaron de esa manera un conjunto de surcos y se demostró la disminución en el  tiempo de avance total necesario para mojar toda la longitud del surco con la consecuente disminución de la perdida de agua por percolación profunda. 

Al final de la jornada también se abordaron algunos aspectos de estrategias de riego en el cultivo de zanahoria y se respondieron consultas planteadas sobre este sistema como así también sobre riego por goteo a solicitud de varios productores interesados. 


METODOS DE RIEGO


Durante la jornada los especialistas del INTA hicieron saber que en nuestra zona el sistema de riego predominante es el superficial por surcos. Es particularmente apropiado cuando se cuenta con buena disponibilidad de agua, pendientes uniformes (comprendidas entre el 0% y 1 %), suelos profundos, de texturas medias a finas y cultivos de raíz profunda. Las principales ventajas de este método son: costos de inversión bajos - medios (a menos que se requiera un gran movimiento de suelo), bajos costos de operación y mantenimiento y también bajos requerimientos de energía. Entre las desventajas que se pueden mencionar para este sistema de riego se encuentran la disminución del espacio cultivable (por canales y acequias de riego y obras complementarias), necesidad de una adecuada nivelación del terreno ya que la pendiente debe ser reducida y uniforme, alto requerimiento de mano de obra especializada (regadores experimentados), variabilidad en la infiltración del agua a lo largo del surco, que no es adecuado para riegos someros en suelos ligeros y la menor eficiencia si el manejo es incorrecto con la consecuente pérdida de agua.

En el método de riego por surcos el agua se hace correr por pequeños canales, que son los surcos, por donde el agua se infiltra hacia los lados y el fondo. Los surcos se construyen con los implementos, formando dos bordos entre los cuales queda el canal por donde se introduce el agua para su infiltración. Se adapta a muchos tipos de cultivos, principalmente a todos los que se siembran por hilera, como el tabaco, todas las gramíneas de porte alto, como el maíz, el sorgo y la caña de azúcar; también el algodón y prácticamente todas las hortalizas.

El riego con caudal discontinuo es una técnica de riego superficial, que fue desarrollada en los Estados Unidos a fines de la década de los 70 para el control de la percolación del agua de riego. Su origen se debió a la necesidad de proveer a los agricultores de un medio económico y eficaz que permita controlar la infiltración en los suelos y mejorar la eficiencia de aplicación y almacenaje. Consiste en aplicar agua a los surcos en intervalos de tiempo cortos pero frecuentes, en un mismo periodo de riego.  

Cuando se riega en forma continua aportando el agua desde la cabecera del lote y dejándola que fluya a lo largo del surco, se puede observar que el tiempo de estadía del agua en la cabecera del surco es significativamente mayor al tiempo de permanencia del sector final del surco (pie). Por este motivo se tendrá un exceso en la infiltración del agua en la cabecera, y en déficit en el sector final. A los efectos de aplicar la suficiente cantidad de agua al final del surco, sobre todo si regamos todo el lote y necesariamente produce desagüe al pie y percolación profunda (pérdida de agua en profundidad). 

Cuando se riega en forma discontinua se manejan dos períodos: avance y remojo. En el de avance, agua es aplicada desde la cabecera, volcándose un cierto caudal en cada surco, el objetivo es el mojado rápido del surco a todo lo largo. Esto se logra con pulsos de agua alternando un periodo de escurrimiento de agua y otro de similar duración de reposo del suelo modo que en forma gradual o por ciclos se moja hasta el final (se eroga el caudal para el escurrimiento y luego se corta para el reposo, esto se realiza en reiteradas veces hasta llegar al final del surco). De esta manera se riegan de forma alternada distintos sectores del campo. Mientras un sector se encuentra en el período de avance del agua, el otro se encuentra en el de reposo. Una vez que el agua llegó al final de los surcos, hemos logrado igualar la capacidad de infiltración a todo lo largo de estos, entonces estaremos en condiciones de iniciar el remojo, que consistirá en abrir el flujo de agua un tiempo determinado y cortarlo por la misma duración, de modo tal que el volumen de agua aportado durante ese período sea capaz de infiltrarse en su totalidad a lo largo del surco. Esta característica permite eliminar (o minimizar) el desagüe al pie, aumentando por lo tanto la eficiencia de aplicación. 

Entre las ventajas de este sistema se encuentran que produce una menor perdida de agua por percolación profunda en la cabecera de los surcos, permitiendo que a la parte final de estos llegue la cantidad de agua requerida por las plantas; permite alcanzar o superar el 70% de eficiencia de aplicación; fácil instalación y operación; mayor economía de agua; menor costo que los de sistemas presurizados y rápida recuperación de la inversión.


RÉGIMEN HÍDRICO


En nuestra provincia, el régimen hídrico es monzónico, es decir, que el 80% de las precipitaciones ocurren en el semestre más cálido y están concentradas entre los meses de noviembre a marzo (Buitrago, L.G. 2009). Es por ello que el agua de riego es un factor limitante para las producciones agrícolas. Debido a esta dependencia al recurso hídrico y a su cada vez más escasa disponibilidad, ya sea por escasez de precipitaciones en las altas cuencas con las consecuentes disminuciones en recarga de acuíferos y caudales en los ríos tanto almacenamiento en los diques, como para riego desde los ríos; como así también su mayor requerimiento para el abastecimiento de plantas potabilizadoras para consumo humano. Es que se hace necesario aumentar las eficiencias en el uso del recurso en los sistemas productivos y de esta manera prevenir las disminuciones en los rendimientos ante futuras situaciones de escasez. 

El 95% del consumo de agua de los cultivos se utiliza en la transpiración de la planta, proceso necesario para su desarrollo. Además el agua es parte fundamental como medio para disolver los fertilizantes y transportar los nutrientes que se pudieron en disponibilidad por disolución y también los que provienen del suelo. Con manejos adecuados del agua se logra: abastecer las demandas de agua de los cultivos, una germinación y desarrollo homogéneo de las plantas, mejorar la absorción de los fertilizantes y por lo tanto plantas más fuertes, y obtener mayores rendimientos. También el agua de riego disuelve las sales contenidas en el suelo y reduce el contenido de sales de un suelo (con drenaje adecuado).


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