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RESTAN EVACUAR 5.400 PERSONAS, SEGÚN EL PENTÁGONO
Kabul - Al menos 183 personas han muerto y otras 300 han resultado heridas este jueves en dos explosiones a las afueras del aeropuerto de Kabul, de acuerdo con datos actualizados y difundidos por The New York Times. El Estado Islámico se ha atribuido la responsabilidad de los ataques en la cuenta de Telegram del grupo, algo que ya habían adelantado fuentes de los talibanes y oficiales del Gobierno de EE UU. En un comunicado emitido por su agencia de propaganda Amaq, el ISIS-K ha celebrado que uno de sus combatientes "logró activar su cinturón explosivo" cerca de un grupo de colaboradores estadounidenses.
El Pentágono ha confirmado que 13 militares estadounidenses han fallecido y 15 han resultado heridos en las explosiones de la capital afgana. Entre las numerosas víctimas mortales, además, hay varios milicianos talibanes que vigilaban el perímetro del aeródromo. El Ministerio de Defensa de España ha confirmado que los militares españoles desplegados en la zona se encuentran a salvo.
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El mayor general William Taylor, subdirector de Logística del Estado Mayor de EE UU ha aclarado ayer que lo ocurrido el jueves en Kabul, no fueron dos atentados sino uno solo, hecho que atribuyeron a un terrorista suicida.
Taylor, desmintió así a varios medios de comunicación de los Estados Unidos, que informaban de dos y hasta de más ataques en las inmediaciones del aeropuerto de Kabul donde miles de personas siguen a la espera de una oportunidad para ser evacuados. "No estamos seguros de cómo se difundió ese dato incorrecto, pero no es de extrañar que, en la confusión de sucesos tan dinámicos, la información sea incorrecta o se distorsione", ha dicho en conferencia de prensa el general Taylor.
Minutos después de haberse registrado el atentado, en medios estadounidenses se hablaba de más de 60 heridos y 13 muertes, sin embargo, organizaciones relacionadas en materia de salud confirmaban la llegada de cientos de personas gravemente heridas a los hospitales. Conforme pasaban las horas, la cifra de muertes ha ido en ascenso y este viernes, medios como The New York Times aseguraban que el número de muertes por este atentado era de 183. Concretamente, 170 de ellos civiles y 13 militares estadounidenses. También hay más de 200 heridos.
A pesar del atentado y las muertes de los militares de EE UU, la misión de evacuar continuará en Kabul aún estando bajo el riesgo de otro tipo de ataques. El general Taylor ha reconocido lo peligroso de la misión, pero asegura que "el ISIS no nos impedirá cumplir con ella". Ha informado que, hasta ahora, se ha logrado la evacuación de 12.500 personas en las últimas 24 horas, aunque quedan aproximadamente 5.400 personas en el aeropuerto a la espera de poder salir del país.
En Kabul se ha identificado al menos a una treintena de traductores afganos que no han podido ser evacuados y que posiblemente no se pueda antes de finalizar el mes de agosto, sin embargo, autoridades estadounidenses siguen en contacto con ellos para lograr su cometido, sacarlos de Afganistán.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, también ha declarado este viernes al asegurar que Estados Unidos está preparado para futuros ataques contra los esfuerzos de evacuación en Kabul. "Todavía creemos que hay amenazas creíbles, de hecho, yo diría amenazas creíbles específicas, y queremos asegurarnos de estar preparados para ellas", indicó.
Por su parte, el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, ha condenado "enérgicamente" el atentado del aeropuerto. "Ha ocurrido en una zona donde las fuerzas de EE UU son responsables de la seguridad", ha explicado en un breve comunicado difundido en su cuenta de Twitter.
El estallido se ha producido el mismo día en el que al menos seis países europeos —Polonia, Hungría, Países Bajos, Dinamarca, Alemania y Bélgica— han dado por terminada la evacuación de personas desde Afganistán. Entre tanto, fuentes gubernamentales de España han admitido que este viernes 27 se cumple la fecha límite para concluir la evacuación de los afganos que colaboraron con las Fuerzas Armadas.
