El trauma y el dolor siguen presentes
Nueva York - El devastador atentado contra las Torres Gemelas, el más grande de los tres del 11-S y el que en cuestión de minutos convirtió a una parte de la ciudad de Nueva York en escombros y cenizas y dejó un saldo de casi 3.000 víctimas fatales y un cuarto de millón de heridos, aún hoy, 20 años después, sigue fresco en la memoria, en el trauma y dolor de los sobrevivientes y de la sociedad estadounidense.
Estados Unidos conmemora hoy el 20 aniversario de los peores atentados de su historia con el presidente Joe Biden debilitado por el final caótico de la guerra en Afganistán, lanzada en represalia por esos ataques de Al Qaeda que sacudieron al mundo. Veinte años después, la emoción sigue viva en un país conmocionado por los ataques del 11 de septiembre de 2001.
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Esa mañana, 19 terroristas, la mayoría saudíes, miembros de la organización Al Qaeda, secuestraron cuatro aviones comerciales y los estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, el Pentágono a las afueras de Washington, mientras un cuarto, presuntamente dirigido al Congreso, cayó en un campo en Pensilvania.
El dolor todavía está vivo en las familias de los desaparecidos: "Tengo la sensación de que acaba de ocurrir", dice Mónica Iken-Murphy, viuda de un agente de bolsa de 37 años que trabajaba en el 84º piso de la torre sur.
La denominada Zona Cero de Manhattan, donde otrora se erigían las Torres Gemelas, se ha convertido en un lugar de peregrinación y homenaje a los fallecidos. Los dos edificios fueron reemplazados por un monumento, una inmensa fuente con forma de piscina cuyas paredes funcionan como suaves cascadas y llevan inscritos los nombres de las 2.753 víctimas de Nueva York.
A un lado, en el museo memorial del 11S, se expone un trozo de escalera por donde pudieron escapar algunos de los que milagrosamente sobrevivieron, trozos de muro de los edificios convertidos en un amasijo de escombros, vigas de acero retorcidas por el calor del fuego que originó el impacto de los aviones cargados con combustible.
Hay además, fotografías de las víctimas y la reconstitución con imágenes de lo que fue aquel día frenético que mantuvo a más de 2.000 millones de personas en el mundo pegadas a sus televisores, a la radio o a las pantallas de las computadoras.
El cabecilla de Al Qaeda, Osama Bin Laden, fue asesinado. Sin embargo, en el último mes, los talibanes en Afganistán que fueron expulsados por darle refugio a Bin Laden están de nuevo en el poder y se especula que Al Qaeda podría resurgir nuevamente con el apoyo de los talibanes, ante la ausencia de tropas estadounidenses en Afganistán.
Para conmemorar el vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, el presidente Biden visitará la zona cero (World Trade Center) en la ciudad de Nueva York, el Pentágono y el monumento en las afueras de Shanksville, Pensilvania, donde el vuelo 93 de United fue derribado.
Biden estará acompañado de la primera dama, Jill Biden. Mientras que la vicepresidenta Kamala Harris, estará acompañada de su esposo, Doug Emhoff, con quien asistirá a un evento por separado en Shanksville, Pensilvania, antes de unirse a Biden en el Pentágono.
Asimismo, el Museo y Memorial Nacional del 11 de Septiembre celebrará su conmemoración anual con normalidad. Para este año, los familiares de las víctimas se reunirán en la plaza del Memorial para leer en voz alta los nombres de los fallecidos.
A lo largo de la ceremonia, se realizarán seis momentos de silencio, reconociendo cuándo fue golpeada y caída cada una de las torres del World Trade Center, así como los tiempos correspondientes al ataque al Pentágono y al accidente del Vuelo 93. El programa comenzará a las 8:30 a.m. y se espera que la conmemoración concluya aproximadamente a la 1:00 p.m.
Al atardecer, el "Tributo a la luz" anual iluminará el cielo en conmemoración del aniversario de los ataques. Este será el primer aniversario que se conmemora con las tropas estadounidenses fuera de Afganistán.