Moscú - Rusia invitó ayer al personal no esencial de su embajada en Ucrania a abandonar temporalmente el país, mientras iniciaron los ejercicios militares conjuntos de Rusia y Bielorrusia que preocupan a los países occidentales ante una eventual escalada militar. A tales maniobras, la Otan consideró contrario a la desescalada entre rusos y ucranianos demandada por Occidente.
Lo afirmó el ministro del Exterior, Serghei Lavrov, citado por TASS. Estos ejercicios militares conjuntos planificados que habían despertado la preocupación de los países occidentales por temor a que Moscú esté planeando una escalada importante del conflicto en Ucrania.
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El Ministerio de Defensa ruso confirmó en un comunicado el inicio de maniobras en Bielorrusia (denominadas Union Resolve 2022), previstas hasta el 20 de febrero, que se centrarán en la "represión y repulsión de agresiones externas".
En la primera jornada de los ejercicios Determinación aliada-2020 los aviones de asalto rusos Su-25SM participaron en la eliminación de objetivos del enemigo en un polígono militar de la región bielorrusa de Brest, limítrofe con Ucrania y Polonia. Se le sumarán en los próximos días los cazas Su-35 y los sistemas de defensa antiaérea S-400, que tienen un alcance de hasta 400 kilómetros, juegos de guerra a los que no acudirá el presidente ruso, Vladímir Putin, según informó el Kremlin.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, insistió ayer en que las tropas volverán a sus bases tras las maniobras, algo que, dijo, "no ocurre con el despliegue de soldados y armamento aliado en Europa oriental". "El que después de maniobras militares las tropas vuelvan a sus cuarteles es lo habitual. Sobre su duración, es un derecho soberano de cada Gobierno", dijo en rueda de prensa Lavrov.
"Dentro de algún tiempo los países occidentales sabrán que los ejercicios terminaron y las tropas regresaron a territorio ruso. Entonces, se armará un gran ruido para aseverar que Occidente arrancó de Rusia una desescalada, aunque en realidad es vender humo", agregó.
Por su parte el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó ayer esos ejercicios militares como "presión psicológica". "La acumulación de fuerzas en la frontera es la presión psicológica de nuestros vecinos", dijo Zelensky en un comunicado. Mientras que el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, lamentó que el número de fuerzas rusas alrededor de Ucrania "está aumentando" y el tiempo de aviso de un posible ataque "se está reduciendo".