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ENFOQUE Por Gustavo Lores (*)
Según las Naciones Unidas el Día Internacional de la Mujer es "el día en que las mujeres son reconocidas por sus logros sin tener en cuenta las divisiones, ya sean nacionales, étnicas, lingüísticas, culturales, económicas o políticas". El creciente movimiento internacional de mujeres ha ayudado a que la conmemoración sea un punto de encuentro para generar apoyo a los derechos de las mujeres y su participación en los ámbitos político y económico. En particular, este 8 de marzo ONU Mujeres planteó el lema "Igualdad de género hoy para un mañana sostenible" y reclama una acción por el clima por y para las mujeres.
Fue reconocido oficialmente por las ONU en 1975 y surgió de las actividades de movimientos laborales a principios del siglo XX en América del Norte y en toda Europa. Después de la Segunda Guerra Mundial, el 8 de marzo comenzó a celebrarse en varios países. Desde entonces, las Naciones Unidas y sus agencias trabajan para promover la igualdad de género en todo el mundo con dos resultados concretos: en 1995, la "Declaración y Plataforma de Acción de Beijing", una hoja de ruta centrada en 12 áreas de acciónfirmada por 189 gobiernos y en 2015, la inclusión del Objetivo 5 en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible:"lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas".
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De las declaraciones de los gobiernos a la realidad hay una brecha que, sin ser especialista en conquistas sociales, parece imposible de cerrar al menos durante los próximos ocho años.Por otra parte más recientemente, se estableció que cada 25 de noviembre se conmemore el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Sin embargo, hasta la fecha sólo dos de cada tres países penalizan la violencia doméstica, 37 estados no juzgan a los violadores si están casados o si se casan posteriormente con la víctima y 49 naciones no disponen de legislación que proteja a las mujeres de la violencia doméstica.
Vincular ambas celebraciones, es decir el Día Internacional de la Mujer y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer no es sencillo desde mi punto de vista. El objeto de la conmemoración del Día de la Mujer parece desdibujarse. Hoy en el Mundo lamás angustiante demandadelos colectivos feminista podría serque se ponga freno a la violencia contra la Mujer.
Una violación grupal en público, en la tarde porteña del pasado lunes 28 de febrero, a plena luz del día y en Palermo Soho, barrio "trendy" y "cool" que se caracteriza por su tranquilidad, describe a nuestra sociedad. La pareja de panaderos y el vecino que intervinieron para frenar el delito sexual al ver que dentro de un auto estacionado abusaban en grupo de una chicadeberían haber pasado a ser héroes ciudadanos.Por el contrario, sin reconocimiento social alguno, seguramente nuestroPoder Judicial se va a ocupar de hacer sus vidasmás difíciles de aquí en adelante. No van a tener los privilegios de las bestias, como por ejemplo el derecho al asesoramiento de un abogado público.En estos días los defensores de uno de los seis detenidos por la violación grupal apelaron el rechazo a la excarcelación que habían solicitado para su cliente y en sus argumentos afirmaron que el juez no lo quiso liberar por el "clamor popular" y por temor a los medios de comunicación. No es así. En esta oportunidad no hay clamor popular ni compromiso de los medios de comunicación.
El caso del asesinato de Facundo Báez Sosa en Villa Gesell a principios de 2020 fue tratado por la prensa nacional durante cincosemanas como noticia relevante. Aun así, los sospechosos del crimen, también filmados mientras asesinaban a la víctima a patadas, serían juzgados recién a partir del 2 de enero de 2023 en los tribunales de Dolores.
El caso de la Mujer abusada por seis varones jóvenes en Palermo desapareció de los titulares antes de que se cumplan siete días del hecho. Un delito gravísimo cometido ante la vista de todos, en la capital de la República Argentina, a 7 kilómetros de la Casa Rosada, a 6 del Congreso de la Nación y a 5 del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires no deja margen para la duda. Por un lado, como sociedad no estamos a la altura de las circunstancias. Por otro, la legislación vigente, su aplicación y el poder de la policía claramente resultan inútiles para salir al cruce o, en el mejor de los casos, para prevenir estos delitos.
Desde cada lugar hay responsabilidades. Estos abusadores deben tener padres, madres;tal vez cursaron niveles de enseñanza obligatorios; quizás son estudiantes universitarios. Cuando fue el asesinato de Facundo Báez Sosa la prensa hizo una radiografía de "los rugbiers" asesinos. ¿Dónde está el informe periodístico sobre las historias de los seis autores del abusosexual de una mujer indefensa de 20 años? No les interesa a los jefes de redacción de los medios. Tal vez piensan que a si a las chicas les pasan estas tragedias "por algo será", como pensaban durante la última dictadura y, en general, como piensan siempre.
Creo que un caso como este, filmado en colores y que va claramente rumbo a la impunidad, debe hacernos reflexionar sobre qué estamos conmemorando cuando homenajeamos a las mujeres en su día. Creo que hay muy poco por decir y demasiado por hacer. Estoy seguro de que este 8 de marzo no hubo nada que festejar.
(*) Egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy
