TREGUA PARA EVACUAR SOLDADOS HERIDOS DE AZOVSTAL
Moscú - El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró ayer que la adhesión a la OTAN de los países nórdicos no supondría un "problema" ni una "amenaza inmediata" para Moscú si no implica el despliegue allí de bases militares y misiles. "En cuanto a los (potenciales) nuevos miembros de la Alianza Atlántica, Finlandia y Suecia, me gustaría informarles de que Rusia no tiene problemas con esos Estados y, por lo tanto, la ampliación a esos países no genera una amenaza inmediata para Rusia", señaló el mandatario en el encuentro en el Kremlin de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la alianza militar de varias exrepúblicas soviéticas que lidera Moscú.
Putin relativizó esta previsible ampliación de la OTAN, pese a que antes de la invasión exigía para retirar sus tropas de la frontera de Ucrania la expulsión de la Alianza de todos los socios bálticos y de Europa del Este. En cualquier caso, ha lanzado una advertencia: "La expansión de la infraestructura militar un eufemismo de misiles y bases a ese territorio provocará una respuesta nuestra. Esta irá en función de las amenazas creadas contra nosotros".
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La entrada de Helsinki y Estocolmo (para la que se beneficiarán de un proceso exprés) supondría para Rusia 1.300 kilómetros más de frontera con la OTAN, aunque no se desplegase allí más armamento. El artículo 5 del tratado fundacional de la Alianza establece la cláusula de defensa colectiva, que obliga a los Estados aliados a acudir en auxilio de uno de los socios si resulta agredido. Ambos países cuentan ya con Fuerzas Armadas potentes.
Ayer justamente, la primera ministra sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, anunció tras una reunión extraordinaria de su Gobierno y un debate parlamentario que Suecia pedirá formalmente el ingreso en la OTAN, rompiendo una política de dos siglos de no alineación. Después de cerca de dos siglos de no alineamiento militar "cerramos una era para entrar en otra", destacó la primera ministra sueca Magdalena Andersson en una conferencia de prensa.
Suecia espera lograr el ingreso en un plazo máximo de un año, afirmó la jefa del ejecutivo, en un momento en que la OTAN intenta apaciguar algunas reservas de último minuto expresadas por Turquía. Los nuevos miembros necesitan la unanimidad y la ratificación en los parlamentos de los países que ya forman la alianza militar.
La primera ministra sueca sostuvo reuniones con los líderes de los partidos del Parlamento, para constatar que dispone de una mayoría amplia. Después de la histórica decisión adoptada el domingo por el partido socialdemócrata que está en el poder, seis de los ocho partidos representados en la cámara se declararan favorables a una adhesión a la OTAN.
La decisión de Suecia está claramente influenciada por la candidatura finlandesa, reconoció Andersson ante el Parlamento. Otros países nórdicos como Noruega, Dinamarca e Islandia, que ya son miembros de la OTAN, prometieron ayer asistir a Suecia y Finlandia.
SITUACIÓN EN LA ACERÍA
En tanto que el ministerio ruso de Defensa anunció ayer que se instauró una tregua para evacuar a los soldados ucranianos heridos de la acería de Azovstal, último bastión de resistencia ucraniana en la ciudad de Mariúpol. "Está en vigor actualmente un régimen de silencio (de armas) y se abrió un corredor humanitario hacia establecimientos médicos en Novoazovsk", en territorio controlado por las fuerzas rusas y prorrusas, indicó el ente en un breve comunicado.
Según el texto, que no precisa cuántas personas serían evacuadas, la decisión llega después de negociaciones con los combatientes ucranianos, atrincherados en la gigantesca planta siderúrgica. Según las autoridades ucranianas, unos 1.000 soldados siguen en el complejo, entre ellos 600 heridos.
Las mujeres, niños y ancianos que se habían refugiado en el lugar fueron evacuados a finales de abril gracias a una operación coordinada por la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja.