Se trata de dos británicos y un marroquí que pelearon por Ucrania
Ginebra - Naciones Unidas advirtió ayer que la condena a muerte de dos soldados británicos y uno marroquí, anunciada el jueves por la justicia de la autoproclamada república prorrusa de Donetsk, constituye un crimen de guerra.
"Desde 2015 hemos observado que la llamada justicia de estas autoproclamadas repúblicas no respeta las garantías de un proceso justo. Los procesos a prisioneros de guerra son un crimen de guerra", dijo la portavoz de la ONU, Raniva Shamdasani.
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Un tribunal del Donetsk ocupado por los rusos que se autodefine como República Popular condenó a muerte a los británicos Aiden Aslin y Shaun Pinner, y al marroquí Saadun Brahim, acusados de haber combatido como mercenarios junto a las tropas ucranianas, en base al código penal del territorio.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo estar conmocionado por las condenas a muerte, y adelantó que ordenó a sus ministros "hacer todo lo posible" por obtener su liberación. "Condenamos la falsa condena a muerte de estos hombres. No hay ninguna justificación para la violación de la protección a la que tienen derecho", afirmó Johnson. "Nuestra prioridad, agregó el primer ministro británico, será trabajar para tratar de asegurar su liberación lo más rápidamente posible".
También el gobierno de Estados Unidos rechazó la condena a muerte de los soldados extranjeros. "Estamos extremadamente preocupados por el 'juicio' farsa y sus sentencias contra legítimos combatientes que prestan servicio en las fuerzas armadas ucranianas. Pedimos a Rusia y a sus delegados que respeten el derecho humanitario internacional, incluido el de los prisioneros de guerra", dijo el secretario de Estado, Antony Blinken.
Sin embargo, el canciller ruso, Sergei Lavrov, rechazó ayer toda responsabilidad de Rusia en las condenas, que fueron decididas "en base a las leyes de la DPR (la autoproclamada República Popular de Donetsk", por lo que Moscú no piensa interferir "con el sistema judicial de la república", aclaró.
Vadim Denisenko, consejero del Ministerio del Interior de Ucrania, dijo a su vez que Kiev coordinará su posición sobre la sentencia con el Reino Unido, Estados Unidos y la UE. "Los están usando como rehenes para presionar al mundo a negociar", aseveró. En el terreno, la ofensiva rusa en Donbás se sigue recrudeciendo. El asesor presidencial Mijaílo Podoliak ha afirmado que entre 100 y 200 ucranios mueren al día en el frente, el doble que lo que Ucrania reconocía hace una semana. Mientras, la ciudad ocupada de Mariupol, se enfrenta al riesgo de un brote de cólera, debido a las dificultades de las nuevas autoridades rusas para ofrecer servicios públicos.