Buenos Aires - Un día casi sin actividad se vivió en la Casa Rosada a pesar de que los mercados no dieron tregua a punto tal que el Banco Central tuvo que salir a vender unos 180 millones de dólares y recompró títulos para evitar que continuara cayendo su valor.
El presidente Alberto Fernández trasladó su agenda a la Quinta de Olivos. En medio de la expectativa por posibles nuevos anuncios vinculados a más cambios en el Gabinete nacional, la actividad que el jefe de Estado desarrolló estuvo rodeada de gran hermetismo.
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"Es un Gobierno que está evaluando permanentemente cuáles son las mejores medidas para que el Gobierno funcione mejor, con lo cual hay evaluaciones y conversaciones todo el tiempo. Se va a seguir viendo cómo hacer para que todo mejore", indicó la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, en declaraciones radiales.
Mientras, la ministra de Economía, Silvina Batakis estuvo tomando posesión de su cartera, manteniendo reuniones con diversos ex funcionarios para interiorizarse de en los temas fiscales y financieros. Asimismo, entrevistó a posibles colaboradores para ocupar las secretarias que tiene a su cargo.
La disparada de los diferentes tipos de dólar y la falta de precios está paralizando a numerosas actividades. A esta situación también contribuye el limitado acceso por parte de los importadores a los dólares del BCRA.
Este escenario preanuncia para la mayoría de los economistas privados una aceleración de la suba de precios. Ya se conoce de algunas consultoras que la inflación de junio superara el 5%. En tanto, julio ya algunos especialistas hablan que podría llegar a un 10%.