Ratificó su decisión de ser precandidato a presidente
La contundente afirmación "Nadie gobernará por mi" pertenece a Gerardo Morales y fue formulada en la visita que el conductor de la UCR realizó a la ciudad de Chilecito, donde garantizó que "con liderazgo" estará "al frente de un colectivo que gobernará con un plan federal que nutrirá un gran grupo humano", ratificando de esta manera su decisión de ser precandidato a presidente de los argentinos en 2023, dentro de la coalición Juntos por el Cambio.
Estuvo acompañado por la intendenta de La Rioja, Inés Brizuela y Doria; el senador nacional Julio Martínez y otros dirigentes distritales, con el propósito de desarrollar una intensa agenda política e institucional. En este marco, indicó que los argentinos tendrán que afrontar el desafío y el compromiso de definir democráticamente el rumbo a seguir y consideró que el camino es "hacer frente a los problemas", a los cuales "no les tengo miedo y lo demostré en Jujuy con la verdad y de cara a la gente".
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Aseguró que "no hay provincias inviables" y anticipó que "tenemos grandes proyectos en todo el territorio con la cabeza enfocada en las economías regionales". "Eso lo podemos lograr puntualmente los que vivimos y conocemos el interior", sentenció. Recordó que ordenó Jujuy y lo devolvió a la paz, al orden jurídico y democrático y al respeto por los derechos individuales y colectivos, para luego completar el reordenamiento de las cuentas públicas dejando atrás 32 años de déficit fiscal. Continuó refiriendo a la transformación de Jujuy, resaltando que "hoy tiene una matriz productiva diferente" y afirmó que "Argentina necesita esto y como presidente también puedo hacerlo a nivel nacional, tal como lo hice en Jujuy".
Planteó la necesidad de perfilar un plan de inversiones en infraestructura energética; un programa de inversiones en materiales críticos; enfrentar una gran reforma educativa y rediscutir la escuela secundaria con orientación profesional de cara a la demanda del nuevo mundo.
Subrayó que su hoja de ruta contrasta con la falta de un plan que evidencia el gobierno del Frente de Todos. En su análisis, Morales profundizó las diferencias que sostiene con el presidente, afirmando que "no pacto con la impunidad", en clara alusión a la decisión de Fernández de visitar a Milagro Sala, condenada por reiterados delitos estrechamente vinculados a la violencia y la corrupción en detrimento de los pobres. "El presidente prefiere a los delincuentes y hasta los recibe en la Casa Rosada, lo cual preocupa profundamente", advirtió.
En esta línea argumental, reivindicó el rol independiente de la Justicia jujeña, severa y sistemáticamente atacada por facciones kirchneristas, indicando que "llegué al gobierno tras 32 años de gestión peronista, la cual designó el 90% de los jueces en Jujuy y son los que condenaron a Milagro Sala, por lo tanto, resulta inaceptable hablar que controlo la Justicia". "Solo los que vivimos en Jujuy sabemos la corrupción, la violencia, la impunidad y la muerte que se vivía", prosiguió y enfatizó que "son ellos los que destruyeron la cultura del trabajo y el esfuerzo y hay que terminar esto, garantizando a las personas el acceso a un trabajo digno".
Puntualizó que Alberto Fernández "se quejó de los allanamientos a organizaciones sociales, procedimientos en los que se encontraron 50 mil dólares y 8 millones de pesos".