Madrid- Londres - La ola de calor tiene a Europa Occidental sofocada. En muchas ciudades de Francia se han registrado las temperaturas más altas de la historia, según el servicio meteorológico nacional. En Brest, en la región de Bretaña, las temperaturas alcanzaron 39,3 grados centígrados, más de cuatro grados por encima del récord de 35,1 grados registrado en 2002. En la ciudad de Nantes, la temperatura alcanzó los 42 grados, frente al anterior máximo histórico de 40,3 grados registrado en 1949.
El calor y el viento también avivaron los incendios forestales que ya llevaban días arrasando con los bosques. Al sur de Burdeos, miles de personas tuvieron que ser evacuadas ante la amenaza de las llamas, y del mismo modo en el municipio de Teste-de-Buch, unos 16.200 turistas. Ya se han movilizado 1.700 bomberos en la región y el Ministerio del Interior anunció que el número de aviones de extinción de incendios se elevaría de seis a nueve.
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Arde el bosque en Alemania. También se produjo un incendio en el Parque Nacional de Suiza Sajona al este de Alemania. Se desplegaron más de cien bomberos, de los cuales dos resultaron heridos y recibieron tratamiento médico, según la administración del distrito de Pirna. El incendio se había declarado durante la noche, por razones inicialmente desconocidas, en una empinada ladera bajo el Bastei, uno de los destinos turísticos más populares de la Suiza Sajona.
En el noroeste de España, un bombero murió luchando contra un incendio forestal que se declaró en el municipio de Losacio el domingo por la noche. Más tarde se descubrió el cadáver de un pastor en la zona quemada. España lleva una semana sufriendo una enorme ola de calor, con temperaturas que alcanzan los 44 grados centígrados. El calor, en combinación con la extrema sequía, ha desencadenado numerosos incendios que ya han arrasado con miles de hectáreas de bosque. El lunes seguía vigente en todo el país la alerta de peligro de incendios forestales.
Los hospitales se preparan para un incremento de pacientes. Gran Bretaña se enfrenta a una ola de calor sin precedentes que superó la marca de 40 grados por primera vez. La temperatura máxima registrada anteriormente en el Reino Unido fue de 38,7 grados en 2019. Las autoridades declararon por primera vez en la historia la alerta roja por calor para grandes partes de Inglaterra.
La autoridad sanitaria del Reino Unido también declaró la alarma de más alto nivel, equivalente a una emergencia nacional. Aconsejó a la gente que bebiera mucho líquido, se mantuviera alejada del sol y cuidara a las personas vulnerables. Los hospitales temen estar al límite de sus capacidades en los días de calor.