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La divisa llegó a $301 y las reservas del Banco Central están por debajo de US$ 40.000 millones.
Buenos Aires - Los bonos argentinos cerraron en baja ayer y el riesgo país marcó renovados máximos históricos, en medio de una fuerte presión cambiaria por coberturas que hundió al peso en la plaza marginal de cambios a niveles superiores a las 300 unidades por dólar.
El dólar blue volvió a dispararse ayer hasta el récord de $301 en la punta vendedora y a $296 en la compradora, en una tensa jornada cambiaria en la que los dólares financieros alcanzaron también máximos históricos, mientras las reservas perforaron el piso de los US$ 40.000 millones y cerraron a US$ 39.863 millones. La autoridad monetaria vendió US$ 250 millones en dos días y lleva liquidados más de US$ 900 millones en lo que va de julio.
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La escalada de la divisa marginal se dio en medio de sugerencias a los principales agentes bursátiles pidiéndoles colaboración para que no operen contado con liquidación, para frenar el alza de la divisa marginal. El dólar informal llegó así a un nuevo récord histórico, y no paró de subir, superando $295 que había marcado durante el último viernes.
La escalada se da principalmente desde que se comenzó a aplicar el aumento de la alícuota de los impuestos sobre el dólar turista y el Banco Central (BCRA) endureció el cepo cambiario a las empresas, tras la renuncia del entonces ministro de Economía, Martín Guzmán.
"El mercado esta distorsionado, estamos en un momento en que todos buscan cubrirse a cualquier precio. Es una locura", dijo un operador. Las crecientes incertidumbres sobre el futuro de la economía local y tensiones políticas, que derivaron en la designación de la economista heterodoxa Silvina Batakis como ministra de Economía, alimentan el nerviosismo de los inversores.
"Los inversores siguen a la espera de señales de respaldo dentro de la coalición gobernante tras los últimos anuncios económicos y que resultan indispensables", agregó el especialista.
