Buenos Aires - Además de los impactos en las boletas individuales de cada usuario, en las últimas horas creció la preocupación por los efectos que tendrá la reducción de la ayuda estatal en una serie de actividades, especialmente en los consorcios, unidades recreativas y sociales, y el sistema de salud.
Según el anuncio oficial, no hay ningún tipo de discriminación por uso de los espacios, sino que en el caso de la energía y el gas se estableció una serie de topes por consumo para delimitar el mantenimiento de los subsidios. Esos límites están calculados sobre la base del uso cotidiano de una casa familiar y no tiene en cuenta ningún otro parámetro con lo cual se esperan fuertes subas en otras actividades.
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En consecuencia, toda aquella unidad que supere los 400 kwh por mes, o los metros cúbicos establecidos para cada área, ingresará a "Nivel 1" y en ese caso perderá la totalidad del subsidio.
La situación más visible es la de los consorcios, cuyo consumo mensual está muy por encima del tope fijado, y por lo tanto que utilice por encima de los 400 kwh se pagará a tarifa plena. Por lo tanto, además de la factura individual quienes viven en edificios deberán afrontar un fuerte aumento en las expensas por el alza en los gastos comunes. Pero tal como está redactada, la norma también alcanza a otras actividades muy demandantes de energía como por ejemplo clínicas y sanatorios. También se puso la lupa sobre los clubes, especialmente aquellos que cumplen funciones sociales y que en la mayoría de los casos son solventados voluntariamente por sus socios. La inquietud y malestar fue creciendo con el correr de las horas y las redes sociales fueron caja de resonancia de la preocupación de los consumidores.