LA JUJEÑA ASESINADA EN TUCUMÁN
La justicia de Tucumán condenó a Facundo Guerrero a la pena de prisión perpetua por hallarlo responsable del femicidio de Ana Ríos. El juicio inició el 1 de agosto y se extendió hasta este 19 de agosto donde se dictó «una condena ejemplar basado en perspectiva de género«, según detalló el abogado Juan Mussi, abogado de la familia de Ana Ríos.
Musi indicó que recibieron la sentencia con una sensación agridulce porque «nadie nos va a quitar el dolor de la perdida de Ana. Es una pérdida irreparable que lo manifestaron todos los testigos que declararon a lo largo de la causa» y aseguró que Ana iba a ser veterinaria porque siempre ayudaba a perros y también a personas en situación de calle «era una persona llena de vida».
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Asimismo resaltó que la sentencia trae un poco de paz para la familia y destacó que es un gran logro ya que se difundió un mensaje de que no hay impunidad y que «la violencia contra la mujer no es tolerada en nuestro país», precisando que se hizo justicia.
Sobre la familia, el abogado afirmó que la mamá estaba muy conmocionada y «mantuvo una postura envidiable y sólida cuando estuvo frente al agresor» y logró recuperar la paz que había perdido. Además fundamentó que la madre podrá llorar porque «no solo luchó para que se haga justicia, si no para levantar la memoria de su hija».
Por último, comunicó que «había muchos elementos probatorios para condenar al acusado como pelo, orina, vidrios en el departamento, entre otras pruebas» y también ratificó que se condenó «con perspectiva de género y sin perspectiva de género» como consecuencia de las pruebas contundentes que lo señalaban como el autor del crimen.
DESCARTADA
La hipótesis de que había sido despedida de su trabajo y que tenía deudas fueron descartadas, argumentos que esgrimió Guerrero cuando intentó instalar que se había tratado de un suicidio.