ANTE UNA MULTITUD VOLVIÓ A CRITICAR a la Justicia
Brasilia - El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se valió ayer del Bicentenario de la Independencia del país para mostrar fuerza electoral y movilizar a miles de personas en apoyo a su candidatura para las elecciones del 2 de octubre.
En Brasilia, Bolsonaro volvió a amenazar a la Justicia. "Hoy todo el mundo sabe quién es el Poder Ejecutivo. Hoy todo el mundo sabe qué es la cámara de Diputados. Todo el mundo sabe lo que es el Senado Federal. Y todo el mundo sabe lo que es el Supremo Tribunal Federal", dijo el mandatario en tono amenazante ante un multitud de simpatizantes en la Explanada de los Ministerios, en el día del bicentenario de la Independencia de Brasil, después del desfile militar que lleno de tanques las avenidas principales de la capital.
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"Somos una patria mayoritariamente cristiana, que no quiere la liberación de las drogas, que no quiere la legalización del aborto, que no admite la ideología de género, un país que defiende la vida desde su concepción", dijo Bolsonaro reafirmando el tono conservador de discurso. "Estamos aquí porque creemos en nuestra gente, y nuestra gente cree en Dios. Estoy seguro que, con perseverancia, haciendo todo lo que podamos seguiremos orgullosos del futuro que dejaremos por estos niños que están ahí".
En el desfile militar estuvieron presentes los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, de Guinea Bissau, Umaro Sissoco Embaló, y de Cabo Verde, José María Neves, dos países que también fueron colonias portuguesas. Por su parte, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva pidió este miércoles que el país recupere "el amor y la unión". "Este 7 de septiembre debería ser un día de amor y unión por Brasil", pero "infelizmente no es lo que ocurre", escribió Lula en sus redes sociales.
La serie de actos desplegados en todo el país tiene un claro tinte electoralista. Bolsonaro ocupa el segundo lugar en las encuestas, detrás del expresidente Lula en las proyecciones de la primera y segunda vuelta. Por eso motivo, Bolsonaro atacó también a Datafolha, la principal encuestadora del país. "Nunca había visto un mar tan grande aquí con estos colores verde y amarillo. Aquí no está Datafolha mentirosa. Aquí está nuestro Datapueblo. Aquí, la verdad, la voluntad de un pueblo honesto, libre y trabajador".
"No estamos aquí por el poder, mucho menos por el estatus. Estamos aquí para cumplir con un llamado", dijo la primera dama, Michelle Bolsonaro, previo al discurso de su marido. La presencia de Michelle es clave en esta campaña. Ella busca convocar a las mujeres evangélicas que todavía no se definen para la primera vuelta electoral. "La primera dama, a mi lado, una mujer de Dios y activa en mi vida. No a mi lado, muchas veces está frente a mí", dijo el presidente. "He estado hablando con hombres solteros: busquen una mujer, una princesa, cásense con ella, para ser aún más felices", agregó.
Luego del acto en Brasilia, Bolsonaro se trasladó a Río de Janeiro, donde tuvo un mitin electoral frente otro grupo de seguidores.