Se trata de evitar que llegue al Parque Nacional Calilegua
Un denodado y arriesgado trabajo vienen realizando los brigadistas que combaten los incendios forestales que azotan a las yungas jujeñas, que ya llevan consumidos más de 6.300 hectáreas y se trata de evitar que llegue al Parque Nacional Calilegua. En esa labor, ayer el viento norte complicó el panorama y para evitar riesgos se debió evacuar con helicópteros a un grupo de combatientes.
"El trabajo se tuvo que suspender y hacer una extracción en forma rápida de los brigadistas con los helicópteros dado que vino un viento norte muy fuerte y comenzó a tener riesgo el personal que se encontraba en el lugar", explicó al respecto el director de Incendios de Vegetación y Emergencias Ambientales, Alejandro Cooke.
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El funcionario recalcó que "se pudo extraer al personal sin problemas ni ningún daño", salvaguardando su estado de salud. Por otra parte, indicó que otras "dos líneas son controladas con topadoras, autobombas y cuadrillas". Gran parte del despliegue tiene lugar en el ingreso al Parque Nacional Calilegua, una de las reservas de fauna y flora más importantes del país.
"Las localidades no hay sufrido daños, no hay daños de viviendas ni de personas", recapituló Cooke y dijo "llevamos quemadas 6.300 hectáreas aproximadamente y se van a continuar los trabajos en los días siguientes a los fines de poder terminar esa línea que se está armando en el frente del Parque Nacional Calilegua".
Anoche llegaban más refuerzos: 68 bomberos, 15 camionetas y 4 autobombas desde Corrientes. Cooke indicó además, "seguimos con 3 aviones hidrantes y 2 helicópteros de transporte de persona". Por último, el ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, sobrevoló ayer la zona de los incendios.