Suman al menos cuatro los desaparecidos
Roma - Una fortísima tromba de agua, que descargó en poco más de dos horas un tercio de las lluvias de todo el año, arrasó ayer a la madrugada el centro de Italia, donde al menos 10 personas han muerto y otras 4, incluidos dos niños, están desaparecidas. El barro y el agua han devastado varios pueblos, que no fueron alertados del peligro.
Todas las víctimas se registraron en la provincia de Ancona, en la región de Las Marcas, el área más afectada por la intensa tormenta, que los meteorólogos atribuyeron a los efectos de un calurosísimo verano, al tiempo que alertaron de la posibilidad de intensas trombas de aguas en todo el país durante el próximo mes.
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"Ha sido un fenómeno muy violento", durante el cual se contabilizaron 400 milímetros de agua en poco más de dos horas, "lo que significa un tercio de las lluvias caídas durante todo el año", indicó el responsable de la Protección Civil Italiana, Fabrizio Curcio, que ha viajado al área afectada para supervisar las tareas de rescate y reunirse con las autoridades locales.
Cerca de 200 bomberos y varios helicópteros trabajan desde anoche en las zonas afectadas, entre las provincias de Ancona y Pesaro-Urbino, donde están buscando a los desaparecidos una vez que las lluvias han parado, desplazándose hacia el sur del país.
La fuerza del temporal ha causado numerosos desprendimientos de tierra, formando grandes torrentes de agua y barro que han arrasado varios pueblos, como se puede ver en las imágenes emitidas por las televisiones italianas sobre la tormenta, que también se ha dejado notar en las cercanas regiones de Toscana y Umbría.
En particular en la zona de Senigallia, en Ancona, se recuperaron los cuerpos de cuatro fallecidos en un garaje, así como los de otros dos hombres, mientras que otra víctima se localizó dentro de su vehículo, que fue arrastrado por el agua, junto a otro individuo que sí logró salvarse al agarrarse a un árbol.
El inesperado desbordamiento del río Misa sumió la zona en una "situación apocalíptica", según el alcalde de Castelleone di Suasa, el pueblo donde se busca a un niño de 8 años arrastrado por la corriente, a cuya madre lograron rescatar los bomberos, después de que ambos abandonaran el coche en el que habían quedado atrapados.
En poco tiempo, las calles "se convirtieron en ríos", dijo Luigi D'Angelo, coordinador de emergencias de Protección Civil, quien aseguró que "el calor de estos días, al chocar con una célula de aire frío, ha determinado tan violentos fenómenos".
El alcalde de Sassoferrato, también en Ancona y uno de los pueblos más afectados, de donde son varios de los desaparecidos, aseguró que no habían recibido ningún aviso especial que les advirtiera de que algo así podría suceder, sólo una alerta habitual por viento y lluvia. "Nada nos hacía presagiar tal desastre. Todo sucedió en el espacio de una hora. Ahora el cielo está despejado", dijo el alcalde, Maurizio Greci.