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Tenia 86 años y una larga trayectoria deportiva
Carlos Alberto Pairetti, leyenda del automovilismo argentino, falleció ayer a los 86 años en una clínica de la ciudad bonaerense de Pergamino, afectado por deficiencias respiratorias y cardíacas. El excampeón de Turismo Carretera, santafesino de origen, permanecía internado hace semanas en su lugar de radicación, Arrecifes, del que fue trasladado el domingo hacia Pergamino por una complicación en el cuadro de su salud.Pairetti tuvo una neumonía bilateral que originó el agravamiento de su estado hace aproximadamente un mes y tiempo atrás había superado un ACV, del que pudo recuperarse para asistir al autódromo Oscar y Juan Gálvez al debut de su nieto Santino, hijo de "Tim", en la categoría ALMA, con un Fiat Uno en la Clase 2. Ilustre integrante de la "Cuna de Campeones" de Arrecifes, Pairetti ingresó en la galería de las grandes personalidades del automovilismo nacional con su recordado título de TC en 1968 a bordo de un prototipo inmortalizado como el "Trueno Naranja". El año pasado, el Concejo Deliberante de Arrecifes declaró "Ciudadanos Ilustres" a sus hijos dilectos Carlos Alberto Pairetti, Néstor Jesús García Veiga, y los desaparecidos Rubén Luis Di Palma y Carlos Marincovich, conocidos como el "Póker de Ases" por su trascendencia en el mundo motor. Partió "Il Matto" (El Loco), como lo bautizaron los italianos cuando fue a correr en la Fórmula 3 a Monza en 1966 por su estilo alocado, audaz y aguerrido para empuñar el volante. Pairetti nació en Clucellas, el 17 de octubre de 1935, pero se hizo arrecifeño por adopción. Debutó en el TC en la Vuelta de Pergamino, el 25 de marzo de 1962, y en la primera carrera mostró que tenía pasta para mezclarse con los grandes de la época como Juan Gálvez y Dante Emiliozzi. El auto fue una coupé Chevrolet que pertenecía a Néstor Marincovich, tío de su amigo Carlos, quien también brilló en la categoría más longeva del planeta.Al año de su debut, le llegó su primer triunfo en La Vuelta de Mar del Plata y también su primer Gran Premio, obtenido en el recorrido Mercedes-Arrecifes. En 1965, alternó con un Volvo 122 SB y logró el triunfo en Villa Carlos Paz, siendo el primer (y único) del Turismo Carretera de una marca que no fuera ni Chevrolet, ni Dodge, ni Ford, ni Torino. A los 10 días y en el mismo circuito, volvería a tripular su Chevrolet repitiendo la victoria, y de ahí en mas, escribir su leyenda.
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