"La mayor tragedia" desde Erzincan en 1939
Ankara - La tierra ha temblado ayer de madrugada en Turquía y Siria con una violencia apenas vista en el último siglo. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el terremoto ha alcanzado una magnitud 7,8 en la escala de Richter, reduciendo a escombros miles de edificios. Un segundo terremoto, que golpeó el sureste turco, registró una magnitud de 7,5. El número de víctimas mortales en los dos países supera los 3.600.
Las autoridades turcas han informado de 2.316 fallecidos y 11.100 heridos. "No sabemos a cuánto se elevará (el número de) vidas pérdidas", ha reconocido el presidente, Recep Tayyip Erdogan, debido a que todavía queda un gran número de personas entre los escombros de los más de 3.500 edificios que se han venido abajo y a las violentas réplicas y nuevos temblores que se están produciendo.
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En Siria, un país castigado por más de 11 años de guerra civil, el número de víctimas ronda las 1.300. El Ministerio de Sanidad ha informado de 570 muertos y más de 1.000 heridos; mientras que en la zona del noroeste que está en manos de los rebeldes enfrentados al Gobierno de Damasco, los muertos superan los 700, según información de los Cascos Blancos (la Defensa Civil Siria), con más de 2.000 heridos.
Se trata del mayor terremoto registrado en ambos países como mínimo en casi tres décadas, según sus respectivos observatorios sismológicos. Erdogan ha elevado mucho más la dimensión de lo ocurrido. Es, según las palabras del presidente, "la mayor tragedia del último siglo desde el terremoto de Erzincan en 1939?, que dejó unos 30.000 muertos. Por ello, ha decretado siete días de luto nacional. El movimiento se ha sentido con fuerza en los países vecinos, entre los que se encuentran Líbano, Israel, Chipre y Jordania.
"Nuestra prioridad es sacar a las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados y trasladarlas a los hospitales", ha dicho el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, que ha anunciado la declaración del nivel más alto de alarma. También se ha puesto en estado de alerta a las Fuerzas Armadas en la zona y se ha establecido un corredor aéreo para la llegada de material y ayuda humanitaria. "Estamos recibiendo notificaciones de muchos lugares, nuestros equipos de salvamento han sido enviados a la zona, se están preparando y enviando aviones de carga", añadió el ministro. Según el Gobierno turco, ya hay 9.000 efectivos de equipos de rescate desplegados sobre el terreno e irán aumentando a medida que lleguen los equipos de otras provincias y otros países.
Ankara ha emitido una petición de ayuda internacional y varios gobiernos han respondido ya: el presidente de EE UU, Joe Biden, ha puesto a disposición de Turquía la ayuda de la agencia USAID y el vecino Azerbaiyán ya ha enviado a 370 efectivos de protección civil. La Unión Europea también se ha comprometido a prestar asistencia y la de Países Bajos y Rumania ya está en camino.
Numerosas viviendas, muchas de siete u ocho plantas, se han convertido en montones de escombros sobre los que los equipos de emergencia y los propios vecinos trabajan retirando cascotes. Las labores se llevan a cabo en condiciones meteorológicas muy difíciles, pues Turquía sufre una fuerte borrasca con lluvia y fuertes vientos que han obligado a la cancelación de vuelos. En la zona del terremoto, las temperaturas no superan los cinco grados; y localidades como Malatya, donde hay más de un centenar de edificios destruidos, están cubiertas de nieve.
"Pedimos a la población que, especialmente en las próximas horas, no entre a los edificios afectados", pidió Orhan Tatar, representante de AFAD, el organismo encargado de coordinar las operaciones de búsqueda y ayuda a los damnificados.
En el centro de coordinación de AFAD, e incluso en las redes sociales, se reciben continuamente llamadas mediante las que personas atrapadas piden ayuda de forma desesperada. Por ello, las autoridades turcas han pedido reducir el uso del teléfono y de internet en la zona para los casos de emergencia y, según la cadena Habertürk, se baraja poner en marcha sistemas de internet por satélite, como Starlink, para dar cobertura a la zona.