SUDAMERICANO
El seleccionado argentino Sub '17 de fútbol aprovechó ayer una ráfaga y arrancó en forma ideal el hexagonal final del Sudamericano de la categoría que se lleva a cabo en Ecuador, al ganarle por 2-0 a su par de Chile, en Quito.
En el estadio de la Liga Deportiva Universitaria, uno de los escenarios en los que se celebrará esta fase decisiva, el equipo dirigido por Diego Placente arremetió en el cierre de la primera parte y extrajo la diferencia que resultó definitoria.
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Santiago López (42m.) y Claudio Echeverri (46m.) convirtieron los goles del conjunto albiceleste, que obtuvo su cuarto triunfo en cinco presentaciones en el certamen continental.
Los dos equipos terminaron con diez jugadores por las expulsiones que recibieron Ulises Giménez (St. 7m.), en la formación argentina; e Iván Román (St. 20m.), en la 'Rojita'.
Argentina asumirá el segundo encuentro del hexagonal este viernes ante Venezuela.
El equipo de Placente concretó un muy buen primer tiempo en el que terminó prevaleciendo, a partir de la tarea superlativa de su jugador más valorado: el chaqueño Echeverri.
El juvenil de River Plate, el mismo al que desde Núñez le fijaron una cláusula de rescisión de 50 millones de dólares, manejó los hilos e hizo jugar a sus compañeros, asistiéndolos con habilitaciones punzantes.
Además, con el desenfado que ya empieza a advertirse, el 'Diablito' gambeteó para adelante y mostró cambio de ritmo, en un equipo que exhibió distintas variantes como para llegar a la valla adversaria.
A los 42m., cuando Argentina ya dominaba el desarrollo, llegó la apertura de la pizarra, tras una buena combinación Echeverri-Ruberto-López, que el pibe de Independiente definió en el área chica.
Y antes de la finalización del primer período, el conjunto de Placente aumentó la ventaja con una estupenda definición de Echeverri, quien dejó desairado al arquero Valdés con una gambeta y alargó el balón hacia la red.
En el segundo período, la victoria argentina pudo haberse visto comprometida con la expulsión tempranera de Ulises Giménez (por doble amonestación), pero Chile -al margen de los cambios- no mejoró y casi ni inquietó el arco argentino. Y encima, rápidamente, se quedó con diez por la tarjeta roja a Román.
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