ULTIMO MOMENTO:
DIO EL PRIMER PASO
No pudo haber sido de la mejor manera para Inter. En su casa, pero como visitante y con dos goles en los primeros minutos. Inter fue práctico y derrotó a Milan por 2 a 0 en el derby de ida de una de las semifinales de la Champions League. Pudieron haber sido más, pero falló. De todos modos, los fanáticos Nerazzurri ya sueñan con estar en la final en Estambul.
Cuando no pasaba nada, luego de una pelota parada se silenció el Giuseppe Meazza. Edin Dzeko le ganó la posición a Davide Calabria, puso la pierna izquierda y la pelota se metió en el arco de Mike Maignan. Inter se puso 1 a 0 a los ocho y ese tanto descolocó a los locales. Sólo dos minutos más tarde. Una buena acción ofensiva terminó en los pies de Henrikh Mkhitaryan, con un movimiento de distracción generado por Lautaro Martínez. El armenio convirtió el 2 a 0.
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Y es primer tiempo continuó con situaciones para Inter. Entre el palo, un penal anulado por el VAR y muchos ataques directos, la visita pudo ampliar el marcador. Ya en la segunda etapa, hubo un rato donde Milan pudo alcanzar el descuento, pero sólo eso. No mucho más. Lautaro Martínez, capitán de Inter, completó un gran partido para su equipo. A los 32 del segundo fue reemplazado por Correa y los 5.000 fanáticos que colmaron la tribuna visitante lo ovacionaron.
Todavía falta, pero para Inter hay una ventaja clave con la que afrontará el desquite. El próximo martes será el momento de la verdad. El escenario será otra vez el Giuseppe Meazza, pero allí serán los Nerazzurri los que colmen las tribunas con la ilusión puesta en regresar a una final luego de 13 años.
UN CHOQUE CON ANTECEDENTES
En dos confrontaciones en la Champions, el Inter no sabe lo que es superar a su vecino, al que no ganó en ninguno de los cuatro partidos, con dos eliminaciones crueles.
Sobre todo en 2003, cuando los Nerazzurri se quedaron a las puertas de la final por la diferencia de goles fuera de casa (0-0; 1-1). Algo paradójico, sobre todo porque los dos partidos se disputaron en el mismo recinto: el estadio de San Siro o Giuseppe Meazza, según cual de los dos equipos sea el que ejerza de local.
Aquel año, el club rossonero conquistó su sexta Champions, cuatro años antes de la séptima y última.
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