El seleccionado argentino se despidió del Mundial Femenino Australia-Nueva Zelanda 2023, luego de perder por 2-0 ante Suecia, candidato al podio, en la tercera y última fecha del Grupo G. La delantera Rebecka Blomqvist, de cabeza en el área menor, frente al arco, sentenció la suerte argentina a los 66 minutos con el primer gol del partido disputado en una noche fría y lluviosa en la ciudad de Hamilton. Sobre el tiempo reglamentario cumplido, la mediocampista Elin Rubensson colocó el marcador definitivo, de penal.
En el Waikato Stadium, el seleccionado de Germán Portanova hizo un buen primer tiempo y hasta la apertura del marcador estuvo a un tanto de conseguir la clasificación a la ronda final del Mundial por primera vez en sus cuatro participaciones.
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Suecia, clasificada de antemano para la siguiente ronda, dispuso una formación alternativa con apenas dos de las futbolistas que jugaron el anterior compromiso (5-0 vs. Italia). De todas formas, todo el plantel es de élite y tiene poderío físico: por caso, el promedio de estatura del equipo titular de Suecia fue de 1,80 contra 1,64 de las argentinas.
El equipo albiceleste, que se marchó de la competencia con un balance de un empate y dos derrotas, debió asimilar el golpe de perder por lesión en la rodilla a los 37 minutos a una de sus principales figuras: la mediocampista ofensiva Florencia Bonsegundo. La cordobesa quedó tirada con gestos de mucho dolor en la rodilla. Bonsegundo, socia de Banini en la creación del juego argentino, salió en camilla y en su lugar entró Daiana Falfán.
Las escandinavas avanzaron a octavos de final como líderes invictas del Grupo G y en ese instancia se enfrentarán ante Estados Unidos, el país más ganador del fútbol femenino con cuatro títulos mundiales. En Wellington, Sudáfrica le ganó 3-2 a Italia sobre el final y logró su primera victoria histórica y la clasificación a octavos de final.
El primer tiempo terminó 0-0 y el equipo de Portanova se fue a los vestuarios después de haber defendido los ataques suecos, todavía con esperanzas de lograr una victoria y con el resultado que más le convenía en el encuentro entre Italia y Sudáfrica (1-1).
En el partido más difícil, Argentina intentó defenderse de las pelotas paradas y buscar algún contragolpe, pero no le creó demasiadas situaciones a las europeas. Después llegó el gol de la delantera Blomqvist y fue correr contra reloj. Rubensson, de penal, agrandó la ventaja con tiempo cumplido.
Con llantos y abrazos, de Portanova con Vanina Correa, de Banini con cada miembro del cuerpo técnico, de todo el plantel en el medio del campo, Argentina se despidió del Mundial. Después hubo agradecimiento para los hinchas, presentes en los tres partidos de la fase de grupos con el aliento constante.