OPINION Por el Dr. Víctor Hugo Aramayo (*)
El Sistema Sanitario Público en la Provincia de Jujuy ha sufrido en los últimos años un retroceso alarmante, presente, entre otras cosas, deterioros en su estructura edilicia, en algunos casos graves e insuficiencias en esa misma estructura, en relación a las necesidades; la dotación de tecnología no ha crecido en relación a la demanda ni a los avances en la materia, la provisión de insumos y medicamentos es irregular y en cantidades insuficientes, la distribución estratégica de la oferta de servicios de atención en el territorio no tiene una planificación adecuada y no responde a las necesidades de acercar la atención donde viven y trabajan los jujeños.
Coronando este desalentador panorama, el más importante de los problemas del sistema sanitario hoy, en la Provincia, es la Insuficiencia de Recursos Humanos en cada uno de los andariveles del Equipo de Salud, situación ésta, que fuera denunciada por la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública (APUAP) oportunamente.
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Vale aquí preguntarnos cómo es que el Sistema Sanitario Público de Jujuy llegó a esta situación después de haber sido, junto a la provincia de Neuquén, ejemplo de funcionamiento al servicio de la población, especialmente de los sectores más vulnerables. Este retroceso ha ocurrido también en el país y en gran parte de los países del mundo.
RESEÑA HISTÓRICA
En breve síntesis trataremos de explicar las casas de fondo del retroceso sin agotar los enfoques que sobre el mismo se puedan hacer. Durante la posguerra mundial, finalizada en 1945, y en el proceso de reconstrucción de Países, Economías y Sistemas, se inició un período de inversiones de los Estados en materia sanitario como parte de la reparación de los daños de la guerra globalmente. En este proceso se mejoraron los sistemas de atención en muchos países, algunos de los cuales desarrollaron valiosas experiencias en prevención, promoción, reparación y rehabilitación de la salud perdido. Citamos algunos ejemplos: Inglaterra, China, España, Japón, Perú, Brasil, Uruguay, Angola y Argentina, producto de este devenir y coronando el mismo, se realizó el evento sanitario más importante del mundo hasta ahora, la "Conferencia Internacional de Atención Primaria de la Salud", desarrollada en la ciudad de Alma Ata, en Kazajistán (Rusia) en septiembre de 1978, organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Oficina Panamericana de la Salud (OPS) y UNICEF, de la que participaron 174 países.
Este congreso definió: 1º Una consigna "Salud Para Todos en el año 2000", como objetivo a alcanzar. 2º Una Estrategia Sanitaria: la Atención Primaria de la Salud como pilar de los sistemas sanitarios y 3º Reafirma dos principios para la atención sanitario, el primero de ellos considerar la salud como un Derecho Humano Inalienable y el segundo, la responsabilidad de los Estados de garantizar la atención sanitaria de los pueblos, principios estos que deberían ser tomados como si fueran una recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Durante casi dos décadas, la aplicación de estas definiciones permitió a la mayoría de los países del mundo mejorar sus Sistemas Sanitarios garantizando su financiamiento y la aplicación de la Atención Primaria de Salud como Estrategia Sanitaria, Social y Política.
NUESTRO DEVENIR
En nuestro país, adhiriendo al espíritu de Alma ATA y recogiendo las enseñanzas del Dr. Salvador Maza, el extraordinario accionar político sanitario del Dr. Ramón Carrillo, Ministro de Salud del primer gobierno peronista y los valiosos aportes del Dr. Carlos Alberto Alvarado en nuestra provincia y en otras partes del país, pudo estructurarse un Sistema Sanitario Nacional , que aún con sus imperfecciones y sus falencias, permitía el acceso a los servicios de salud gratuitos, igualitarios, oportunos y de calidad a la población en general, especialmente a los más desprotegidos y vulnerables.
El influjo de este Espíritu y esta estrategia permitió que en nuestra Provincia se fuera desarrollando y articulando una estructura sanitaria y una red de atención cuyo impacto en los indicadores sanitarios más sensibles fueron en franca mejoría, como por ejemplo: la Mortalidad Infantil, la Desnutrición Grave, la Tuberculosis, la Mortalidad Materna vinculada al parto, Diarrea Infantil y otras enfermedades infecciosas.
Estos logros sanitarios no fueron azarosos sino el resultado de entender que al salud y la Enfermedad de los Pueblos están directamente relacionados con sus condiciones de Vida y de Trabajo y es preciso desarrollar la Atención Sanitaria observando permanentemente los llamados Determinante de la Salud, a saber: Agua Potable, Cloacas, Luz Eléctrica, Viviendas Dignas, Saneamiento Ambiental, Sistemas de Calefacción Adecuados, Disposición de Basura, Tratamiento de Residuos, Empleos Decentes y Salarios Dignos, Accesibilidad y Cercanía de los Servicios de Atención, como los principales.
LA CONTRAOFENSIVA NEOLIBERAL
Algunos acontecimientos Políticos, Sociales y Económicos en el mundo y en nuestro país hicieron variar este derrotero sanitario con resultados perjudiciales para las necesidades de atención adecuada de la población.
Tres hechos ocurridos en poco tiempo, en tres años, cambiaron el devenir histórico en el mundo con impacto también en los Sistemas Sanitarios: el primero de ellos el Consenso de Washington que durante 1989 lo anunciara el economista británico John Williamson, con sus diez puntos, un acuerdo entre el FMI, el Banco Mundial y el Tesoro de los EEUU. El segundo hecho es la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 y el tercero, la desintegración de la Unión Soviética, ocurrida en 1991.
Estos hechos fueron "La Voz de Aura" para la Contraofensiva Neoliberal en el mundo entero y particularmente en América Latina.
El Complejo Industria Farmacéutico, las Corporaciones de Empresas de Medicina Prepaga y los Sistemas de Seguros de Salud y también los Gobiernos Neoliberales de Europa y de la Región recibieron alborozados el documento del Banco Mundial de diciembre de 1992 cuyo título abreviado es "Invertir en Salud" (dentro del "Informe Sobre el Desarrollo Mundial"). Este documento, para asombro y tristeza de todos los Trabajadores de la Salud del mundo tiene la Coautoría de la OMS. Para ser rigurosos en la fundamentación de estas aseveraciones transcribimos textualmente el punto 3º del Prefacio de dicho documento del Banco Mundial y que está firmado por su Presidente, Lewis T. Preston: "Los Gobiernos tienen que facilitar mayor diversidad y competencia en el financiamiento y la prestación de los servicios de salud. Si los gobiernos financiaran un conjunto de medidas de salud pública y servicios clínicos esenciales, el resto de los servicios de esta índole se podrán cubrir mediante financiamiento privado, por lo general, por la vía de los seguros, ya fueran privados o sociales. La reglamentación gubernamental puede fortalecer los mercados de seguros privados, mejorando los incentivos para ampliar la cobertura y controlar los costos. Incluso en el caso de los servicios clínicos financiados con fondos públicos, los gobiernos pueden fomentar la competencia y la participación del sector privado en la prestación de servicios y ayudar a mejorar la eficiencia del sector privado mediante la generación y divulgación de información importante. Con esta combinación de elementos se pueden mejorar los resultados en materia de salud y contener los costos, aumentando al mismo tiempo el grado de satisfacción de los consumidores" .. "la OMS ha trabajado mano a mano con el Banco Mundial en cada etapa de la preparación de este informe".
En sus 236 páginas despliega las mil y una formas de desplazar a los Estados y Gobiernos de las prestaciones de Salud para que sean ocupadas por distintos efectores privados.
Con estas "recomendaciones", que en la práctica son verdaderas imposiciones a los países emergencias, comienza el abandono de las conclusiones de Alma Ata para dar paso a la implementación de la Estrategia Sanitaria engañosamente llamada Cobertura Universal de Salud (CUS) que no es otra cosa que un Sistema de Seguros de Salud a través del cual los Gobiernos ofrecen un paquete mínimo de prestaciones a aquellas personas que no tienen cobertura de Prepagas o de Obras Sociales, por fuera de las cuales lo que pueda recibir el paciente como atención debe ser pagado de su propio bolsillo, en definitiva, de los que se trata la CUS es de un Sistema de Salud para Pobres.
Gran parte de los países del mundo "compraron" las recomendaciones del Banco Mundial difundidas bajo el título "Invertir en Salud", entre ellas nuestro País. Es así como a partir de mediados de los '90, los Estados fueron desfinanciando y en muchos casos achicando y desmantelando los Servicios Públicos de Atención, cuyas consecuencias se verían durante la aparición y desarrollo de la Pandemia del Covid 19, a parir de diciembre de 2019. El Mundo pudo ver y sufrir escenas desgarradoras y dantescas por la falta de infraestructura y medidas para atender oportunamente y adecuadamente a las personas afectadas por el Covid 19 en Europa y en América Latina.
Argentina pudo afrontar la situación, por cierta priorización, con mediana eficacia dada su estructura (en deterioro) pero sobre todo por el despliegue de una extraordinaria solidaridad y compromiso de todos los trabajadores integrantes del equipo de Salud, muchos de los cuales, literalmente dejaron la vida para contener donde pudieron, el avance de la Pandemia.
En nuestro país, Argentina, se inicia el camino del deterioro de nuestro Sistema Sanitario con el Decreto Nº 578 dictado por el presidente Carlos Menem en abril de 1993, estableciendo los llamados Hospitales de Autogestión que, no era otra cosa que el Arancelamiento de la Atención Hospitalaria y en los servicios públicos con fines recaudatorios, para "recuperar el Gasto Estatal en Salud".
La experiencia de autogestión hospitalaria no funcionó, fue un fracaso en materia de recaudación y deterioró la atención sanitaria a la población.
En marzo de 2003 se realiza en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, una reunión de Funcionarios de Salud con el Ministro Ginés González García y se firma el llamado "Pacto Federal de Salud" que insiste, sin mayores convicciones, en su cláusula 3º, con el Seguro Público de Salud y los Seguros Provinciales de Salud. La ofensiva más profunda y decidida en esta dirección la concreta el gobierno de Mauricio Macri, firmando el decreto Nº 908 en agosto de 2016 por el cual establece a la CUS como la Estrategia de Atención Sanitaria en la República Argentina.
LA SALUD EN JUJUY
En nuestra provincia la implementación de la CUS se realiza por decisión del Gobernador Gerardo Morales y por la acción de los Ministros de Salud, Gustavo Bouhid y Antonio Buljubasich, a través del mal llamado "Plan Estratégico de Salud" que no es ni un plan ni es estratégico, son tan solo diez medidas desordenadas que cambian los lugares de atención y las funciones de algunos profesionales y otros integrantes del equipo de salud, estableciendo focos de atención que lejos de facilitar el acceso a las prestaciones les dificulta la misma a los pobladores y complica el ejercicio de su función a los trabajadores del equipo.
Este llamado Plan, inició un proceso de deterioro de la atención y un achicamiento y desguace del Sistema Público, particularmente de la Estrategia de la Atención Primaria de la Salud y su estructura funcional y de personal, con fijación de nuevos roles y de nuevos lugares de atención.
Los resultados están a la vista: actualmente hay enormes dificultades para que la población pueda acceder a la atención sanitaria, además de ello se ha deteriorado y en muchos casos se ha abandonado las acciones de prevención, promoción y protección de la salud en muchas regiones de nuestra provincia.
Se profundiza también con este plan estratégico, el desestimulo permanente de los trabajadores de la salud a través de la rebaja sostenida de sus salarios, como producto de una inflación galopante que se verifica desde esos momentos hasta ahora en los salarios de los trabajadores. A la vez se produce, prácticamente, la desaparición de los estímulos para la actualización y perfeccionamiento y para la formación de los profesionales, a tal punto que llegan a quedar vacantes la mayoría de las plazas que se ofrecen para cursar las residencias en salud (formación de Posgrado de los Profesionales).
La baja calidad de las prestaciones en el sistema, la falta de insumos y el atraso de la tecnología sanitaria y la disminución ostensible de las prestaciones de la obra social de los trabajadores del Estado, el Instituto de Seguros de Jujuy, hacen que la provincia se encuentre con su sistema público en un estado lamentable. Los indicadores sanitarios han empeorado: se incrementó la tasa de tuberculosis (enfermedad social por excelencia), ubicándonos en el primer lugar en el concierto nacional con más de 400 casos nuevos por año y la reaparición de formas graves de tuberculosis, incluso en niños; se incrementó notablemente el número de infectados por VIH (Sida) con más de 200 casos nuevos por año, afectando cada vez más a mujeres y jóvenes, sigue creciendo la sífilis en adultos y la sífilis en recién nacidos; se incrementó la mal nutrición y desnutrición de adultos y niños. Creció notablemente la violencia de género y consumos problemáticos y adicciones, considerados como problemas de salud pública.
PROPUESTAS
Nuestra propuesta para el sistema sanitario de la Provincia parte de la necesidad de realizar un relevamiento epidemiológico y estadístico actualizado que permitan conocer de que se enferman y mueren con más frecuencia nuestros comprovincianos de las distintas franjas etarias.
-Aprovechar los datos del censo 2022 para relevar el contexto socioeconómico y el impacto de los distintos determinantes de la salud en los indicadores sanitarios para orientar correctamente las acciones.
-El aprovechamiento intensivo de la capacidad instalada del sistema permitirá la duplicación de la oferta de servicios a la población.
-La reconversión del régimen laboral de los integrantes del equipo de salud bajo la modalidad de la dedicación exclusiva (DE), mejorará las prestaciones en tiempo y calidad.
-Implementación de Programas de Asistencia para patologías prevalente y por franjas etarias, asegundando su financiamiento.
-Duplicar el presupuesto de salud para restablecer, mejorar y agrandar la infraestructura, recuperar o incorporar más y mejor tecnología.
-Asegurar la provisión oportuna y constante de insumos y medicamentos.
-Política de Recursos Humanos (RRHH) que incorpore más trabajadores, jerarquice y pague salarios acorde a la importancia del trabajo de todos los integrantes del equipo de salud.
-Establecer un sistema de monitoreo permanente y periódico de la ejecución de los diferentes programas con auditorías internas y externas.
Sintetizamos nuestra posición en materia de Salud Pública en las consignas que nos animan a transitar este camino.
Expresamos nuestros objetivos con la consigna de "Volver a Ramón Carrillo", recuperar la mística, la acción política comprometida y el sanitarismo desde la medicina social que desarrolló el mejor Ministro de Salud que tuvo la República Argentina hasta la actualidad.
También debemos recuperar al Dr. Carlos Alvarado con sus valiosos aportes que han hecho posible la creación, entre otras cosas, de la figura y las funciones del "agente sanitario", ayer y hoy pilar de la atención sanitaria de la población en los lugares cercanos de sus viviendas o lugares de trabajo. Por ello también expresamos que para hacer posible un nuevo sistema de salud necesitamos otra política sanitaria.
(*) Médico Mat 1887