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A un mes de volver a vivir uno de los eventos más importantes con los que cuenta la provincia de Jujuy y el NOA, cientos de locales y turistas se preparan para ser parte y protagonista de la fiesta cultural que representa el carnaval jujeño.
En este sentido, el Carnaval de Los Tekis, es un evento que se distingue por contener todos los géneros musicales sin perder el objetivo final, la diversión en familia y amigos. Este año, desde las redes oficiales de la organización, indicaron que el evento se realizará durante cuatro noches desde el 9 al 12 de febrero en el predio de Ciudad Cultural.
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Las entradas ya se encuentran a la venta a través de la página paseshow y en la página oficial del carnaval. Los simpatizantes podrán tener información oficial y el contenido exclusivo del grupo en las redes sociales oficiales.
Las entradas ya se pueden adquirir en los diferentes puntos de venta. Cabe mencionar que solo se avalan las compras en lugares oficiales anunciados por la organización. En la edición anterior hubo intentos de estafas con una cuenta falsa que buscaba engañar a las personas que querían adquirir algún ticket.
En tanto que el grupo se presentó este lunes en el Festival de Doma y Folklore de Jesús María. La lluvia no pudo con los jujeños que hicieron bailar a los presentes, si bien por el fenómeno climático no se pudo transmitir por la televisión pública.
El carnaval de Los Tekis, un clásico reciente pero ya instalado en el inconsciente colectivo (y sobre todo joven) de la zona, fue un empuje fundamental para las casi 10 mil personas que ingresaron. Los Tekis salieron a escena justo en el momento en el que la lluvia parecía querer arruinarlo todo, incluso un clima de carnaval que suele potenciarse con el clima adverso. Pero el diluvio que enfrentó el grupo jujeño no fue suficiente para frenar esa tromba de pop y tradición andina atravesada por la clave rítmica del reguetón.
En el fondo del escenario, el armado futurista de la percusión de Juanjo Pestoni ilustró a la perfección ese mix. Fiesta sin descanso, hilvanada casi sin intermedios o momentos de silencio, y de la mano de un repertorio que apela a clásicos del carnavalito y géneros afines.
