Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

ENFOQUE Por Gustavo Lores (*)

Este 11 de febrero de febrero, como sucede cada año, se celebró el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Este año, el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, se expresó a través del siguiente mensaje publicado en el sitio oficial https://www.un.org/es/observances/women-and-girls-in-science-day/Messages: 

"La igualdad de género en la ciencia es vital para construir un futuro mejor para todos. Por desgracia, las mujeres y las niñas siguen encontrando obstáculos y prejuicios sistémicos que no les permiten elegir una carrera científica.

Ello priva al mundo de grandes talentos. En la actualidad, las mujeres solo representan una tercera parte de la comunidad científica mundial y reciben menos financiación, tienen menos oportunidades de publicar su trabajo y acceden a altos cargos en las universidades más prestigiosas con menos frecuencia que los hombres. En algunos lugares, las mujeres y las niñas tienen un acceso limitado o nulo a la educación, lo que constituye una conducta autolesiva para las sociedades afectadas y una terrible violación de los derechos humanos.

Desde el cambio climático y la salud a la inteligencia artificial, la participación igualitaria de las mujeres y las niñas en los descubrimientos y las innovaciones de la ciencia es la única manera de que la ciencia sea útil para todos.

Para cerrar la brecha de género, hay que desmontar los estereotipos de género y promover modelos de conducta que alienten a las niñas a elegir disciplinas científicas, concebir programas que fomenten el adelanto de las mujeres en la ciencia y cultivar un entorno de trabajo que alimente el talento de todas las personas, incluidas las mujeres de las comunidades minoritarias.

La ciencia sí es un campo adecuado para las mujeres y las niñas. Es hora de reconocer que la inclusión fomenta la innovación y de dejar que cada mujer y cada niña desarrolle su verdadero potencial."

Según datos actualizados por la Organización "11 de febrero" de España, en el nivel secundario las chicas constituyen el 53,1% del alumnado. Sin embargo, en la modalidad Ciencias sólo alcanza el 47%. En la Universidad las estudiantes conforman el 55,2% de la matrícula, pero su distribución en función del ámbito de estudio no es homogénea. En Educación, Salud y Servicios Sociales el porcentaje de mujeres supera el 70% del estudiantado; disminuye en Ciencias Exactas y Naturales, donde alcanza el 49,1%; se reduce aún más en Ingeniería, Industria y Construcción con un 30% y se desploma en Informática donde sólo representa el 12,9%. 

Una contribución interesante y fundamentada para explicar una de las causas de este grado de disparidad la plantea la Doctora AnaLópez Navajas -Investigadora, asesora de Coeducación e Igualdad en la Formación del Profesorado en la Consejería de Educación, Investigación, Cultura y Deporte de la Generalidad Valenciana- en su Tesis "Las mujeres que nos faltan: Análisis de la ausencia de las mujeres en los manuales escolares".

 La autora comparte el resultado de un exhaustivo estudio sobre el material bibliográfico oficial que se emplea en la educación secundaria obligatoria (ESO) de ese país y la evidencia de que se ha relegado la mención de los aportes de mujeres al conocimiento y la Ciencia: "Las mujeres siguen teniendo una ronunciada ausencia en todos los contenidos educativos: tan solo aparecen en los textos en un 7,6% de ocasiones. Un porcentaje de representación mínimo que deja en evidencia que ni sus contribuciones al desarrollo común ni sus especificidades culturales, ampliamente documentadas hoy en día, parecen constar en el conocimiento escolar. Resulta manifiesto que nos encontramos ante el relato de una historia y una cultura de hombres; sin mujeres. Esta historia y cultura de género masculino se transmite a todas y todos los estudiantes como si fueran los referentes colectivos universales, de mujeres y hombres."

"Otra conclusión que se desprende del análisis por materias y asignaturas es que la presencia y la relevancia de las mujeres en los manuales disminuye conforme avanzan los cursos y los contenidos ganan en amplitud y profundidad. Así, si en la primera etapa de la ESO las apariciones de personajes femeninos en los manuales suman un 9% del total y el porcentaje cae al 6% en la segunda etapa. En el caso de las Matemáticas la aparición de referencias a mujeres científicas se va diluyendo: 11%,4%,2% y 3% en orden ascendente de los cuatro cursos. Este pertinaz comportamiento que el sistema educativo no ha sido capaz de moderar se observaba ya en el estudio coordinado por Marina Subirats(1993)hace casi dos décadas y confirma la falta de avances sobre el reconocimiento de las mujeres en los contenidos escolares."

La omisión general y sistemática de las mujeres en ciencia en los manuales escolares deja a las jóvenes sin modelos donde reconocerse y origina un desconocimiento completo de la genealogía del saber femenino. Puesto que de las mujeres no se tienen en cuenta sus méritos, ello conduce a que no formen parte ni de la memoria cultural, ni del orden social que entendemos como nuestro. Al legitimar esta ausencia,se ha provocado una pérdida cultural que empobrece a todos y pervierte la finalidad de la educación. Entonces, ¿por qué las chicas optarían por estudiar Ciencias y Tecnologías?

La formación secundaria obligatoria parece mostrar que las mujeres no han hecho nada verdaderamente importante y han sido elementos subsidiarios a lo largo de la historia. Dichas carencias en la enseñanza desvirtúan dos de sus principales objetivos explícitamente reconocidos: formar acaadémicamente y educar en valores de igualdad.

Sería un auténtico logro social conseguir revertir la visión de mundo y que la tradición de saber femenino llegue verdaderamente a formar parte de los referentes culturales.

(*) Ex Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy

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