ENFOQUE Por Gustavo Lores (*)
La lectura es un instrumento de intervención sobre el mundo que permite pensar, tomar distancia y reflexionar; también es una posibilidad para dar lugar a las preguntas, a la discusión, al intercambio de percepciones y a la construcción de un juicio propio. Asimismo, cumple una función vital tanto en la vida académica, profesional como personal. No debería relacionarse únicamente con la Escuela, sino con una práctica inmersa en todo momento en la vida cotidiana.
Los resultados de la última Encuesta Nacional de Consumos Culturales realizada por el Ministerio de Cultura y publicada en mayo de 2023 muestra que en Argentina son los adultos quienes leen menos libros. Entre los chicos en edad de asistir a la escuela secundaria (de 13 a 17 años), casi 8 de cada 10 (77%), afirman haber leído un libro durante el último año. Entre las personas mayores de 30 años, en cambio, menos de la mitad (46%) responde positivamente.A partir de la edad jubilatoria, son aún menos quienes sostienen el hábito de la lectura: apenas el 40% de los mayores de 65 años reconoce leer libros.
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Como señala la escritora Graciela Montes, la Escuela es la gran ocasión para que todos los ciudadanos se encuentren con la lectura. Para la mayoría de los argentinos, los años escolares representan la etapa de mayor contacto con experiencia de leer. En segundo lugar, se ubica el período de la formación terciaria o universitaria: en la franja de los 18 a los 29 años, 6 de cada 10 (58%) afirman haber leído al menos un libro durante el último año.
No obstante, el 54,5% de los jóvenes de 15 años no alcanzan el mínimo nivel de comprensión lectora establecido de acuerdo con los resultados de las pruebas internacionales PISA 2022. El Índice de Nivel Socioeconómico y Cultural elaborado por PISA (ESCS) es un indicador que integra información sobre el nivel educativo y la ocupación de los padres de los alumnos y sobre la posesión de algunos bienes representativos de la riqueza material del hogar, como la cantidad de libros, la disponibilidad de una computadora y otros recursos educativos. Para el ámbito local, en el 40% de los hogares los libros están prácticamente ausentes: hay entre 0 y 10 libros. Un 22% estima tener entre 11 y 25 libros en su casa; otro 23% calcula entre 26 y 100 libros; mientras que un 10% de la población dice tener más de 100 libros en su biblioteca.
El ESCS divide en cuatro los sectores sociales, siendo el 1 el menos favorecido y el 4 el mejor posicionado en este sentido. Al medir la capacidad lectora de los estudiantes de 15 años se observa que los adolescentes que pertenecen al tercer y cuarto agrupamiento obtuvieron resultados por encima del promedio mientras que los que se ubican en el primer y segundo agrupamiento quedan por debajo.
La diferencia de comprensión lectora entre un joven promedio de las clases sociales más acomodadas se ubican un 24% por encima de aquellos que crecen en contextos socio económicos complejos. Debido a que la mayoría de los argentinos solo leen libros en la Escuela, los resultados tanto de la Encuesta como de la prueba PISA muestran que la institución educativa no alcanza el objetivo de compensar las diferencias de origen; no logra generar la igualdad de oportunidades para la que fue concebida en nuestro país.
El papel de los docentes en este aspecto es central. Hace falta un profesorado formado en competencias lectoras. Sin embargo, estudios realizados por la Universidad de La Rioja, España, muestran que el perfil lector del alumnado de los Profesorados y de las Facultades de Educación no responde a este requisito. Los estudiantes de Letras y Educación no tienen, en general, hábito ni interés lector.
Los porcentajes de alumnos a los que no les gusta leer oscilan en torno al 50 % de los encuestados. No suelen leer más de un libro al mes. Se detectan importantes carencias en su interés por la lectura formativa, a la que no siempre le encuentran utilidad. Y el tiempo que dedican a la lectura no supera las dos horas semanales.
En Argentina, la Campaña Nacional de Alfabetización, lanzada por más de 180 organizaciones de la sociedad civil y personalidades de la cultura, está motivada por este dato revelador: un diagnóstico que surge del último Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019) organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura(UNESCO) según el cual en Argentina, el 46% de los chicos de 3er grado no entiende lo que lee y sólo 1 de cada 10 alumnos (14%) se ubica en el nivel de desempeño más alto en lectura.
El comunicado de la Campaña invita a "Revisar las puestas en acción de la alfabetización en la escuela argentina que es, probablemente, la prioridad número uno de cualquier política educativa en la actualidad. Esto requiere la necesidad de repensar la construcción de ambientes alfabetizadores en tiempos de cultura digital".
El aporte de la Campaña es haber llamado la atención sobre este flagelo y haber comprometido públicamente a las autoridades responsables del cambio.
El 4 de mayo de 2023, seis precandidatos presidenciales, incluido el actual Presidente Milei y 16 gobernadores firmaron el "Compromiso por la Alfabetización". El pasado 25 de abril, acompañaron el relanzamiento de la Campaña los gobernadores Ignacio Torres, Gustavo Valdés, Ricardo Quintela, Hugo Passalacqua, Claudio Poggi y el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Macri.
La ausencia de acompañamiento por parte del Estado Nacional al desarrollo de la 48º Edición de la Feria Internacional del Libro que se lleva a cabo en Buenos Aires entre el 13 de abril y el 13 de mayo 2024 se sumó a las acusaciones, reclamos y diferencias mutuas difundidas por la Prensa entre el Presidente de la Nación y los organizadores de la muestra. Desencadenaron las históricas ausencias de la Secretaría de Cultura de la Nación entre los expositores y la negativa de la visita protocolar al predio, del Primer Mandatario argentino. Son señales que revelan que más allá de los discursos, no se demuestra aún el grado de convicción imprescindible en las autoridades nacionales por la necesidad del desarrollo conjunto de los aprendizajes básicos en toda la población nacional.
(*) Ex Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Jujuy