LA MINERÍA COMO MOTOR DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL
El litio continúa expandiéndose en Jujuy de la mano de las comunidades que, viendo las oportunidades de desarrollo, dicen "sí" al litio y dan su apoyo para la exploración del mismo. Así se anunció recientemente que la comunidad aborigen de Rinconadillas, haciendo uso de su derecho de autodeterminación, dio su apoyo al trabajo que llevará adelante la compañía Tecpetrol, para iniciar el proceso de exploración litio en la Laguna de Guayatayoc.
Esta acción las separa del documento sin validez legal denominado Kachi Yupi, que buscaba una decisión colectiva de las comunidades, yendo en contra de su propio derecho de autodeterminación. Este hecho refleja una tendencia creciente entre las comunidades que priorizan su desarrollo acompañando estos proyectos, dejando de lado las ideologías que pregonaron dirigentes y punteros políticos de izquierda y del kirchnerismo en la Puna jujeña.
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Este es un paso significativo en la exploración de litio en la Puna jujeña, que se suma al conseguido por Lition Energy junto a la comunidad aborigen de Lipán.
El apoyo de Rinconadillas a Tecpetrol se suma a una tendencia más amplia en la zona, donde las comunidades aborígenes están tomando decisiones autónomas para apoyar la exploración de litio en sus territorios. Este cambio de postura refleja un reconocimiento de las oportunidades económicas y de desarrollo que el litio puede ofrecer, especialmente en áreas aisladas y con recursos limitados. Desde nuevas y mejores ofertas de trabajo hasta infraestructura y desarrollo de emprendimientos.
El acuerdo Kachi Yupi es un documento sin validez legal que había surgido fomentado por la FARN (Fundación Ambiente y Recursos Naturales), que tiene sede en la Ciudad de Buenos Aires y en reiteradas ocasiones ha ido en contra de proyectos de desarrollo, en el que exigía a las comunidades aborígenes a decidir de manera conjunta sobre sus tierras. Además de carecer de validez legal y de ir en contra del derecho de autodeterminación de cada comunidad sobre su territorio,con el paso del tiempo, ha ido perdiendo fuerza dentro de las propias comunidades.
La decisión de Rinconadillas de apoyar a Tecpetrol es otro claro indicio de este quiebre. Las comunidades muestran sus opiniones diversas y apelan a su autodeterminación. ¿Qué significa? Es nada más y nada menos que la posibilidad de poder decidir e incidir sobre el desarrollo del territorio en el que viven, sin verse condicionada por lo que ha determinado otra comunidad.
La comunidad de Lipán, ubicada en la zona de Salinas Grandes, ha sido otra de las que recientemente ha dado su apoyo a la exploración de litio. En un hecho sin precedentes, los habitantes de Lipán aprobaron la participación de una empresa de exploración de litio en sus tierras.
La comunidad recibió en varias oportunidades a representantes de la empresa Lition Energy. La compañía presentó en dos asambleas el informe de impacto ambiental de su proyecto para cumplir con la consulta libre, previa e informada. Los miembros de la comunidad de Lipán no solo aprobaron los trabajos de exploración en sus tierras, sino que exigieron a través de un comunicado manuscrito y firmado por ellos mismos que se respete su decisión, advirtiendo que no permitirán injerencia de ningún tipo por parte de otras comunidades vecinas, organizaciones y toda otra persona que no represente los intereses de los pobladores.