VIOLENCIA EN ROSARIO
Las imágenes hicieron acordar aquellos momentos de violencia constante en las canchas del fútbol argentino y explicaron, quizás, la decisión de no tener visitantes en los estadios hace muchísimos años. Los hinchas de Boca, Gimnasia de La Plata y la Policía de Rosario empañaron este miércoles una noche que venía para fiesta a partir de la actitud de algunos fanáticos del Xeneize, que antes de empezar el segundo tiempo lanzaron butacas desde la platea alta hacia la popular del Lobo. La intervención policial solo agravó los hechos por sus balas de goma y, en un momento icónico, el presidente Juan Román Riquelme se metió entre los fanáticos del conjunto azul y oro para frenar la batahola, que duró una media hora.
Esa intervención de Riquelme, junto a 'Chicho' Serna, Raúl Cascini y Marcelo Delgado -integrantes del Consejo de Fútbol-, resultó clave para evitar que los problemas fueran, aún, más graves. Porque al identificarlo en el 'pulmón' desde donde los policías lanzaban gas pimienta y balas de goma para uno y otro lado, los barras empezaron a retroceder en su posición y frenar su actitud.
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