Gendarmería Nacional incautó más de 10 kilos de cocaína que estaban ocultos dentro de dos heladeras transportadas como parte de una supuesta mudanza.
Efectivos de la Sección Seguridad Vial "Caraparí", dependiente del Escuadrón 61 "Salvador Mazza", observaron una camioneta Ford F100 que se acercaba al puesto de control. Al intentar detenerla, el conductor desobedeció la orden, realizó una maniobra brusca y colisionó contra un árbol, para luego huir a pie aprovechando la oscuridad del monte.
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El vehículo transportaba colchones, somieres y dos heladeras (una no frost y otra bajo mesada). Durante la inspección, el can antinarcóticos "Tota" marcó los electrodomésticos y, al abrirlos, los efectivos hallaron paquetes rectangulares similares a los utilizados para el transporte de drogas.