Scraton/Washington,- Millones de personas votaron ayer para elegir si el presidente Donald Trump o el candidato demócrata Joe Biden liderará a Estados Unidos los próximos cuatro años, poniendo fin a una campaña electoral amarga y divisiva marcada por las acusaciones mutuas y la pandemia del coronavirus.
Los votantes, muchos con mascarillas y respetando el distanciamiento social, hicieron filas en todo el país para sufragar, sin señales de interrupciones en los lugares de votación que algunos habían temido tras una prolongada campaña marcada por una retórica provocativa en un país profundamente dividido.
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Pero autoridades federales y estatales estaban investigando una serie de misteriosas llamadas automatizadas que instaban a la gente a no salir de sus casas.
El ganador de la carrera, que podría determinarse recién después de varios días, gobernará un país sacudido por la pandemia, que ha matado a más de 231.000 estadounidenses y ha dejado a millones más sin trabajo asolando a la economía.