En el Día del trabajador "nos encontramos quizá con la cabeza baja"

El pasado sábado, cerca del mediodía en la plazoleta de los Mineros, en El Aguilar, el intendente de esa comuna, Sergio Alejo, encabezó el acto protocolar en conmemoración por el Día del trabajador y en un contexto totalmente diferentes, después del anuncio del cierre de la minera Aguilar S.A. Durante el mismo, autoridades municipales colocaron una ofrenda floral al pie del momento al Minerito, posteriormente se realizó una invocación religiosa a cargo del sacerdote Jorge Crespo, seguida atentamente por los trabajadores y vecinos reunidos en el espacio público.

Las palabras alusivas a la jornada, estuvieron a cargo del intendente Sergio Alejo; de Paul Corbalán en representación de Minera Aguilar S.A., Ricardo Cari, presidente del Centro Vecinal; y del secretario General de AOMA ? El Aguilar, Carlos Trejo. Paralelamente, se efectuó un reconocimiento a los trabajadores por su mérito y trayectoria laboral, entre ellos los empleados públicos Gabriel Farfán; del personal de maestranza de la Escuela Primaria N° 33, Benedicto Carlos Quispe y Bartolomé Julio Gaspar, quienes recibieron las felicitaciones de sus compañeros.

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Al dirigirse a los presentes, el Ejecutivo municipal, expresó que "hoy (por el sábado) es un día muy especial para este pueblo, que durante 91 años de su historia celebró el Día del trabajador con la alegría y felicidad que significaba entrar a la mina, sacar el mineral, poner en marcha los motores de las máquinas y de las plantas, y con orgullo llevar al pan de cada día a nuestra familia. Este primero de mayo nos encontramos quizá con la cabeza baja y pensando en el porvenir de nuestra familia", señaló con un evidente lamento por la situación.

"La pandemia hizo estragos en todo el mundo, y Mina El Aguilar, nuestro querido pueblo, no fue la excepción. Pero más allá de todos los motivos por los que ahora la mina no esté funcionando, como hombres y mujeres que nunca bajamos los brazos, debemos mantener la esperanza de volver a trabajar, de encender máquinas, levantarnos a la madrugada, calzarnos las botas y con la frente en alto empezar a producir. Quizás no sea en El Aguilar, pero a donde nos lleve el destino, no olvidaremos lo que es ser un trabajador de una mina, o de haber trabajado en este pueblo".

"No perdamos las esperanzas, los sueños. Sabemos que con sacrificio se puede seguir y salir adelante. Todo pasa, y este mal momento también pasará. Todos somos trabajadores, desde el ama de casa hasta el gerente o dueño de una empresa, nos paguen mucho o poco, e incluso a veces que no nos paguen", reflexionó Alejo, finalizando su discurso.

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